Así como a la musulmana le urge tratar a sus padres con afecto y respeto, también es temerosa de cometer el pecado de desobedecerlos, al darse cuenta de la enormidad de este pecado, el cual es contado como uno de los mayores pecados (Al kabâ'ir). Ella es consciente del aterrador cuadro que el Islam pintó de una de las personas que desobedecieron a sus padres, y esto le hace revolver su consciencia y suavizar cualquier aspereza del corazón o sentimiento severo que puede estar albergando en su corazón.
   El Islam  establece una comparación entre la desobediencia a los padres y el crimen de  asociar copartícipes a Allah , así como establece un  vínculo entre la verdadera fe en Allah 
                                   y el tratamiento respetuoso a los padres. La desobediencia hacia  nuestros padres es una falta horrenda que la verdadera musulmana odiará cometer,  al ser el más grande de los pecados mayores y el peor de los errores. Abû  Bakrah Nufai‘ Ibn Al Hâriz dijo:
"El Mensajero de  Allah  nos preguntó tres veces: '¿Acaso os debo decir  cuál es el mayor de los pecados?'. Nosotros dijimos: ‘¡Sí, Mensajero de Allah!".  Él dijo: 'Asociar copartícipes a Allah 
                                   y desobedecer a vuestros  padres'".9
9 (Al Bujâri y Muslim), Ver Sharh As Sunnah, 13/15, Kitâb al birr ua as silah, bâb tahrîm al ‘uqûq.
 
 

 
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