La creyente no se limita a las  cinco oraciones diarias obligatorias, sino que también reza las oraciones  sunnah que el Profeta       solía celebrar regularmente (ar rauâtib), y reza tantas de las  nauâfil (supererogatorias) como le permitan su tiempo y energía. Estas  oraciones incluyen el salâh ad duhâ, la oración  sunnah que sigue a al magrib, y las oraciones ofrecidas a la  noche. Las oraciones nauâfil acercan a la persona a Allah 
       ,  ganando Su amor y complacencia, y la convierte en un creyente victorioso,  obediente y justo. No hay una indicación más clara respecto al gran nivel  alcanzado por la creyente que se acerque a Allah efectuando las acciones  nauâfil que el Hadîz qudsi:
"Mi siervo se acerca a Mí con obras supererogatorias de tal manera que  llego a amarlo. Cuando Yo lo quiero, soy su oído con el cual escucha, su vista  con la cual ve, sus manos con las cuales toca, y sus pies con los que camina. Si  Me pide algo, ciertamente se lo concedo; y si busca Mi refugio, ciertamente que  se lo otorgo."[1]
   Por el gran amor que tiene Allah    para con Sus siervos, esa persona será amada por los habitantes del cielo y la  Tierra, tal como es descrito en un relato narrado por Abû Hurairah, en el  que el Profeta 
  dijo:
"Cuando  Allah   ama a uno de Sus siervos llama a Yibrîl 
   y le dice: "Amo a esta persona." De ese modo, Yibrîl lo ama, y proclama a  los moradores del cielo: 'Allah 
  ama a esta persona.' Así los moradores del cielo lo aman también, y es aceptado  por los moradores de la Tierra. Si Allah 
  odia a uno de Sus siervos, llama a Yibrîl y le dice: "Odio a esta  persona". Entonces Yibrîl 
   lo odia y proclama a los moradores del cielo: "Allah 
  odia a esta persona." Entonces los moradores del cielo lo odian, y también es  detestado por los moradores de la Tierra."[2]
   El Profeta acostumbraba a rezar  tanto de noche que sus pies se hinchaban. ‘Â'ishah    le preguntó: "¿Por qué haces esto, Mensajero de Allah, cuando Allah te ha  perdonado todos tus pecados, pasados y futuros?" El contestó: "¿Acaso no debo  ser un siervo agradecido?"[3]
   Zainab, la esposa  del Profeta,   solía efectuar las oraciones nauâfil, prolongadamente. Colocaba una soga  entre dos columnas (en la mezquita) para poder apoyarse contra ésta, cuando se  sentía cansada y exhausta, y así reponía su energía. El Mensajero de Allah  
,  cierta vez entró a la mezquita y observó la soga, y preguntó: "¿Qué es esto?" La  gente le dijo: "Pertenece a Zainab. Ella reza, y cuando se  siente cansada se apoya contra la soga." Dijo él: "Desatadla, y dejad que cada  uno rece tanto como pueda, y cuando se sienta cansado puede sentarse."[4]
"Una  mujer de la tribu de Banû Asad cuyo nombre era Al  Haulâ'  Bint Tuait,  solía rezar toda la noche y jamás dormía. Cierto día, ella visitó a  ‘Â'ishah  cuando el Profeta   se encontraba presente. Entonces, ‘Â'ishah  le dijo: "Esta es Al Haulâ'  Bint Tuait.  Ellos le comentaron que jamás dormía a la noche." A lo que el Mensajero de Allah  
  dijo: '¿¡Ella jamás duerme a la noche!? Haz sólo lo que puedas por Allah  
,  pues Allah nunca se fatiga, en cambio tú sí."[5]
   El Profeta   estimuló a los musulmanes a realizar más obras nauâfil, pero al mismo  tiempo les dijo que sean equilibrados en su enfoque de adoración, pues a Allah  Le desagradaba la exageración. Él quería que los musulmanes tuvieran una  personalidad equilibrada, para que su adoración fuera entusiasta, pero  consistente, y no llegará a ser tan opresiva, para que la gente fuera capaz de  persistir en la misma.
Él  también enseñó que la acción más amada a la vista de Allah   es aquella que es efectuada de manera continua, aunque sea poca, como está  expresado en el Hadîz en el que ‘Â'ishah 
   dijo: "El Mensajero de Allah 
  dijo: "Las  acciones más amadas por Allah 
  son aquellas realizadas con continuidad, aunque sean pocas." Y  ‘Â'ishah cuando hacía algo, lo hacía constantemente.' [6]
   Esta actitud de mantener el hábito  de hacer acciones honradas, no sólo estuvo confinada a ‘Â'ishah,  sino que también fue la actitud y postura de todos los miembros de la casa del  Profeta, y de sus seres más próximos y queridos. Podemos comprobar esto en el  Hadîz recopilado por Muslim proveniente de ‘Â'ishah  :
"El  Mensajero de Allah   tenía una esterilla y solía usarla para formar un sitio donde rezar durante la  noche. Entonces la gente comenzó a rezar junto a él, y durante el día extendía  la esterilla. Cierta noche, la gente se reunió en torno a él y entonces él les  dijo: '¡Oh, gente! Efectuad solamente las acciones que seáis capaces de hacer,  pues ciertamente Allah 
  no se cansa pero vosotros sí os cansáis. Las acciones más amadas por Allah son  aquellas que se realizan en forma continua, aunque sean pequeñas.' Y era hábito  de la familia de Muhammad 
  que cuando hacían algo, lo hacían con continuidad."[7]
[1]  Fath Al Bâri', 11/341, Kitâb  ar riqâq, bâb at tauâdu‘.
[2]  Sahîh Muslim,  16/184, Kitâb al birr ua al âdâb ua as silah, bâb idha ahabba  Allahu ‘abdan.
[3] (Al Bujâri y  Muslim) Ver Sharh As Sunnah, 4/45, Kitâb as  salâh, bâb al iytihâd fi qiâm al lail.
[4]  Ver Sahîh Muslim,  6/72, 73, Kitâb salâh al musâfirîn, bâb fadîlah al ‘amal ad  dâ'im.
[5]   Idem. 6/  73.
[6]   Idem. 6/  72.
[7] Ver Sahîh Muslim, 6/70-72, Kitâb salâh al musâfirîn, bâb fadîlah al 'amal ad dâ'im.
 
 

 
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